Hipócritas o en subdesarrollo.

(quería publicar esto en el foto de la vanguardia, pero no cabe...)

Quiero pensar que todavía estamos en esa fase de desarrollo donde hay una cierta disparidad en avances sociales, políticos, legales, etc y no en un país de hipócritas, egoístas y de corta mira donde somos incapaces de visualizar las necesidades del conjunto con un cierto prisma de equidad y empatía.

Me explico; en lo referente al uso publico de montes, zonas rurales, espacios de naturaleza, etc, tenemos una diversidad ya configurada que ha marcado la designación y protección de aquellos espacios naturales que por sus características requieren medidas extremas de protección, cítese por ejemplo: parques naturales, etc. Esos espacios incluso no permiten siquiera que se puedan campar a nuestras anchas quedando restringido a sus caminos marcados donde uno puede pasear y disfrutarlos. Ni hablar por supuesto de vehículos motorizados. En el otro extremo, las necesidades o intereses de expansión de la población, zonas urbanas, localización de industria, etc, fuerza a modificar constantemente los planes urbanísticos. Espacios rurales o montes públicos o privados son constantemente recalificados para cambiar completamente su característica y norma de uso. Donde antes no se podía hacer aquello, después de su recalificación pasa a ser una zona llena de coches, casas, tiendas, etc. Este ejemplo marca como los intereses o necesidades publicoprivadas requieren constante actuación de nuestros gobernantes, de nuestras instituciones que son designadas por y para los intereses de todos los ciudadanos en su función precisa de administrar los bienes públicos y satisfacer las constantes necesidades. Es por ello, que todos deberíamos poder hacer uso de estos montes, que son de todos, para que coexistan diversas actividades sin agravio y dentro de unas normas de civismo. Entiendo que se quiera pasear por la naturaleza sin ruidos de vehículos motorizados, es normal, y debiera de respetarse, pero también entiendo que un deporte como el trial, también tenga sus derechos y deberes. El trial quizá sea un deporte no entendido por la mayoría, aunque al mismo tiempo tengamos la suerte, de momento, de centralizar en Cataluña toda una industria (fabricas, empleo, campeones, sponsors, etc). Los trialeros somos gente con una alta conciencia social. Todos los que he conocido son personas de buena educación y cultura sin que por ello implique un deporte caro o elitista. Esto es importante por que estamos muy involucrados con la conciencia de conservación y respeto hacia el uso de los montes. Somos muchos los que reclamamos nuestros derechos a también disfrutar de nuestro deporte al aire libre.

Desgraciadamente vivimos momentos difíciles. El exceso control y la exclusión de nuestros derechos a circular con nuestros vehículos para podernos desplazar a las zonas trianeras, zonas que por cierto también quedan fuera del amparo legal, hace que nos sintamos prófugos de la peor calaña.

Los trialeros circulamos lentos, tranquilos, en espacios y caminos donde una persona no podría hacerlo a pie. En muy poco espacio realizamos ejercicios de equilibrio y control en un ambiente de compañerismo y cordialidad. Es un deporte de caballeros para caballeros.

Hay monte para todos.

VMP